La sonda eléctrica consiste de un probador de acero inoxidable o de níquel latonado, un cable o cinta con graduación métrica o inglesa y un carrete. El núcleo del carrete contiene una batería, una lámpara, una alarma y un dispositivo de ajuste de sensibilidad.
La cinta contiene dos electrodos que cierran un circuito al entrar en contacto con el agua, así como elementos resistentes que permiten que la cinta soporte, en algunos modelos, cargas de hasta 50 kg. Las sondas eléctricas tienen un peso aproximado de 2 a 5 kg (dependiendo de la longitud del cable o cinta graduada). Se encuentran en diferentes medidas.